martes, 7 de abril de 2015

VALERIA




VALERIA

Y sin buscar otro sonido que tu risa
resulta que yo hallé lo que ya no esperaba,
la nueva vida que a la vida me llegaba
trasportada como un eco por la brisa.

Y fuiste en mi liturgia diaconisa,
y si hubo miedo con tu voz lo superaba.
Mi todo yo de amor me desangraba,
sabia que eras el broche, eras precisa.

Y volví a ahogarme en unos ojos sin remedio,
y allí entendí como el amor se hace materia,
y al fin vencí en la batalla y el asedio

pues deseché de mi interior cualquier miseria
al no aspiraba ya alcanzar un mayor predio.
Eso eres tú, y solo tú. Tú eres, Valeria.

2013

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