VALERIA
Y sin buscar otro sonido que tu
risa
resulta que yo hallé lo que ya
no esperaba,
la nueva vida que a la vida me
llegaba
trasportada como un eco por la
brisa.
Y fuiste en mi liturgia
diaconisa,
y si hubo miedo con tu voz lo
superaba.
Mi todo yo de amor me
desangraba,
sabia que eras el broche, eras
precisa.
Y volví a ahogarme en unos ojos
sin remedio,
y allí entendí como el amor se
hace materia,
y al fin vencí en la batalla y
el asedio
pues deseché de mi interior
cualquier miseria
al no aspiraba ya alcanzar un
mayor predio.
Eso eres tú, y solo tú. Tú
eres, Valeria.
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario