jueves, 4 de junio de 2015

¿El hombre que "pudo" reinar?



Carlos V (1500-1558)
Isabel de Portugal (1503-1539)
Felipe II (1527-1598)
Ana de Austria (1549-1580)
Felipe III (1578-1621)
Margarita de Austria (1584-1611)
Felipe IV (1605-1665)
Isabel de Francia (1602-1644)
Mariana de Austria (1635-1696)
Carlos II (1661-1700)
María Luisa Gabriela de Saboya (1688-1714)
Luis I (1707-1724)
Carlos III (1716-1788)
María Amalia de Sajonia (1724-1760)
Carlos IV (1748-1819)
María Luisa de Parma (1751-1819)
Fernando VII (1784-1833)
María Cristina de Borbón-Dos Sicilias (1806-1878)
Isabel II (1830-1904)
Francisco de Asís de Borbón (1822-1902)
Alfonso XII (1857-1885)
María Cristina de Habsburgo-Lorena (1858-1929)
Alfonso XIII ((1886-1941)
Victoria Eugenia de Battenberg (1886-1969)
Juan de Borbón (1913-1993)
María de las Mercedes de Borbón-Dos Sicilias (1910-2000)

Esta lista contiene un error de bulto y de concepto con el que nos quieren hacer tragar porque sí de una manera de lo más lamentable, indigna e impropia no ya de un análisis histórico mínimamente riguroso y profesional sino de otro meramente aficionado. Nein, nein, nein, señores, hay cosas por las que no deberíamos pasar porque nos engañan, si, si, nos engañan porque se creen que el populacho somos todos poco más listos que ese pobre desgraciado de Azarías de “Los santos inocentes” de Miguel Delibes. Y cuando digo engañan es porque quiero decir exactamente eso, que hay intención manifiesta de redibujar las cosas y de reescribir la historia.

 
Azarías

Tradicionalmente, cuando un dirigente, rey, dinastía, caudillo, líder… ha querido afianzar su posición o dar carta de legalidad o justificación a su régimen, posición o cargo siempre se han hecho las mismas dos cosas: quitar de en medio al que pensaba de otra forma o falsear la historia. Lo hicieron los faraones, lo hicieron los emperadores de Roma, lo hicieron los papas, lo hicieron los reyes modernos, los nazis… todos, todos sin excepción quisieron que la historia hubiera sido lo que contaban en lugar de lo que fue, no en vano ¿qué creeís que está haciendo el ISIS destruyendo restos arqueológicos allá por donde pasa?

 
Ejemplo de la damnatio memoriae en un relieve egipcio en Deir el-Bahari

Me inclino a pensar que la burda y nauseabunda manipulación que se hace con la lista de más arriba se debe a que la última restauración borbónica (la tercera, ya nos vale, no aprendemos) tan solo tiene cuarenta años y viene de donde viene, de la imposición de un dictador militar de la extrema derecha católica, porque no nos engañemos, cierto que se votó la constitución, pero era o el sí a la del 78 o la vuelta al régimen de los cuarenta años anteriores.

Digo justificación porque la monarquía española no está viviendo sus mejores momentos de popularidad con tanto elefante, tanta hermana trincona, tanto amante, tanto niño malcriado y tanta mierda. Las monarquías parlamentarias en las que el rey reina pero no gobierna (algún día algún catedrático de derecho constitucional me tiene que explicar esto sin que me explote el cerebro) necesitan de una constate justificación porque el jefe de la casa real no sirve para nada, pero de alguna forma debe aparecer como imprescindible para la pervivencia de la institución, pues en caso contrario se les acaba el chollo y el tren de vida. No olvidemos que si a un rey le quitamos la liturgia aristocrática y el boato del oropel se queda en alguien tan random como cualquiera de nosotros, nada más y nada menos, ojo.

Esto es así


Decía que la monarquía que sufrimos en este país debe justificarse de la forma que sea para no aparecer como la heredera impuesta por la dictadura franquista sino como algo que los españoles libremente elegimos cuando fuimos corriendo a votar a su favor vistiendo nuestros mejores peplos y arrobados de amor con coronas de flores, cálices llenos de sangre azul y cornucopias rebosantes de parabienes monárquicos. La única manera que tiene de hacer esto es o bien como ya hace en casi todos sus discursos apelando a la ya tan manida formulación del “mandato constitucional” y de que ella es la mayor servidora de todos los españoles, pobrecilla o simplemente haciendo ver lo que nunca sucedió, hacernos ver que nunca se interrumpió la línea sucesoria merced a una proclamación republicana que expulsó a los borbones y que nunca sucedió que la restauración de la familia en la más alta función pública vino de la mano de la imposición de un dictador y que tras ello nunca se nos ha preguntado si estamos o no conformes.

"Lo siento, me he equivocado, no volverá a ocurrir"


¿Y cómo se hace eso? sus muertos… No, no es un exabrupto, es literal, se hace echando mano de eso mismo, de los muertos de la familia, que hasta una vez fallecidos los mayores de la casa siempre puede echar un cable para asegurar la posición de privilegio del hijo, del nieto y de la madre que los parió. Simplemente hay que elegir cuidadosamente el sitio en el que se entierra a un miembro muy concreto de la familia y… ¡¡¡tatachán!!! oh sorpresa que te deja muerto porque el problemilla queda arreglado.

Para entender esto tenemos que hacer un viaje a un precioso lugar que se encuentra en la sierra de Madrid, el monasterio del Escorial. El monasterio de San Lorenzo fue ordenado construir por Felipe II para conmemorar su victoria sobre las tropas del rey francés Enrique II durante la batalla de San Quintín en 1557, si, en aquella época las Españas le mojaban la oreja a medio mundo. No entraré en mucho detalle sobre todo lo que rodea al monasterio porque… pues porque no quiero, ea, baste saber que en él, al otro lado de uno de los muros de la basílica se encuentra las cripta real o panteón de reyes, donde se hallan enterrados todos los reyes de España desde el emperador Carlos V hasta Alfonso XIII (salvo dos excepciones, Felipe V y Fernando VI) y algunas de las reinas de España.


 
Placa en el dintel de la escalera que da acceso al panteón real

La Cripta Real

 

Todo esto está muy bien pero ¿qué tiene que ver todo esto? Fácil. El panteón fue diseñado con veintiséis nichos que progresivamente han ido ocupando sus reales inquilinos durante los últimos cinco siglos. ¿Sabéis cuantos nichos libres quedan? Pues solo quedan dos nichos libres, dos, uno y uno. ¿Quién debería ocuparlos siguiendo la línea sucesoria y efectiva de reinado? Exacto, Juan Carlos I y Sofía.

Y ahora viene lo bueno ¿lo harán? Meeeeeeeeh, error, no. ¿Cómo que no? Muhahahahahaaaaaa… porque ahí es donde la monarquía intenta reescribir la historia gracias a sus muertos. Esos dos nichos que quedan los ocuparán los padres de Juan Carlos I y abuelos de Felipe VI, esto es, Juan de Borbón y María de las Mercedes. Y claro, vosotros podéis decir “ehhhhhh, un momento, ese hombre no tiene número tras el nombre”, exacto, porque no fue rey, no reinó nunca, ¿fue depositario de la línea sucesoria durante el franquismo? Ciertamente que si, pero teniendo en cuenta que a su padre lo echó  la II República y que luego vino Franco a destruir aquella esos derechos sucesorios valían menos que hoy vale una moneda de céntimo de euro.

Juan de Borbón, el hombre que aún siendo hijo y padre de rey él mismo no lo fue nunca, el que nunca hizo nada, ni siquiera fué la primera opción de su padre, Alfonso XIII,  como sucesor al trono pero al que nos quieren colar en el panteón real


En su biografía de Franco, el profesor Juan Pablo Fusi cuenta como Juan de Borbón periódicamente reclamaba al dictador mediante cartas encendidas y lacrimógenas que depusiese su cargo y devolviera España a la monarquía, que era su ser natural. Todos sabemos lo que fue Franco, pero en este tema le contestaba siempre con el mismo argumento cargado de razón y que básicamente se resume en “reclámele usted a la República sus derechos monárquicos pues la gente votó para ustedes se marcharan”. De manera que la República desterró a la monarquía y la dictadura desterró a la República y de paso a media España, pero esa es otra historia. La cosa es que Franco fue cambiando de opinión y en 1969 nombró a Juan Carlos como sus sucesor con título de rey, de manera que es al dictador a quien debemos agradecerle el detalle de que de nuevo tengamos tanto trono como a la misma familia ruina en él.

JC 1 y su mentor, el tito Paco


En cualquier caso, enterrando al abuelo en el panteón de reyes aunque no se lo merezca ni se lo hubiera ganado la monarquía lanza el mensaje de “¿ve usted?, nosotros llevamos aquí desde siempre, lo del Franquismo es un pequeño contratiempo sin importancia, nos lo merecemos” y en pleno siglo XXI siguen usando a su antojo y de manera totalmente privada el patrimonio nacional.

Mientras todo esto pasa, el cadáver de Juan de Borbón sonríe desde la estancia en la que se encuentra, llamada “pudridero”, donde permanecerá durante unos 25 años precisamente para eso, para pudrirse y caber en el pequeño ataúd que encaja en el nicho de la cripta.

Cada vez que pienso en este atentado al buen juicio que se va a cometer en nombre del afianzamiento de una monarquía en declive me hierve la sangre, porque el panteón real de mi país se va a completar con los restos de alguien que no fue nadie ni hizo nada y se le pondrá en pie de igualdad con los grandes reyes del pasado, los Austrias mayores, a los que solo para besarles la suela del pie debería lavarse la boca setenta veces siete. Y puestos a hacer excepciones yo propongo una, que entierren al abuelo en el casino de Estoril y que pasen a alguien que tampoco fue rey pero hizo más por el trono y por España que muchos de los reyes que luego habrían de venir y que está enterrado en la sala contigua a la cripta real, el panteón de infantes. Me refiero, como no podía ser de otra forma, al formidable Juan de Austria, el héroe de Lepanto.

Sepulcro de Juan de Austria


Esta es la monarquía que tenemos, esta es la gente que tenemos, esto es lo que hay. Espero que llegue el día en que de nuevo de nosotros dependa el que queramos seguir siendo súbditos o, por fin, nos convirtamos en ciudadanos.

Hoy queda un día menos para que llegue la III




Por cierto, hoy mismo, junio de 2015, nuestro querido Felipe VI "el Preparado", está de viaje  oficial en Francia y ayer inauguró una plaza en homenaje a los republicanos españoles de "La Nueve" que lucharon en París para liberarla de las tropas nazis. Esto que a priori parece algo bonito no es más que otra desvergüenza de nuestro jefe del Estado que reconoce en paises extranjeros algo que no tiene el valor de hacer en suelo patrio donde aún hay muuuuuuchos abuelos enterrados en cunetas, pero claro, por ahí hay que dárselas de modernete y tolerante.



Esto es lo que han hecho los borbones con la corona de España

Que listo que fue Luis XIV de Francia al mandarnos a nosotros a la rama tonta de la familia, te quitas de enmedio a un montón de indeseables inútiles y de paso controlas mediante lazos dinásticos a tu peor enemigo.

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