Nike es una empresa estadounidense fabricante
de ropa y calzado deportivo fundada en 1972 en Oregón. En estos cuarenta años de vida ha
conseguido posicionarse como una de las mayores marcas en cuanto a calidad,
publicidad y prestigio del campo de trabajo que le ocupa y sus ingresos y
beneficios son cuantiosos y merecidos. Tiene presencia en los cinco continentes
y su cara visible es la de muchos deportistas de elite de primer nivel. Casi
todos los seres humanos del planeta reconocen automáticamente su logo y lo
asocian a la marca de manera inmediata.
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| Logo de Nike |
Hasta ahí todo correcto. Visto lo
visto, resulta cuando menos sorprendente que casi nadie en todo el mundo sepa
pronunciar bien su nombre. Vamos a ver, resulta que dos estudiantes de
publicidad le mandaron una carta a Phil Knight, presidente de la compañía para
preguntarle cómo se debía pronunciar el nombre de su marca y contra todo
pronóstico, éste no solo les respondió sino que les desveló el misterio que
durante años ha engendrado las más terribles pesadillas a generaciones y
generaciones de abnegados publicistas y comerciantes: “Naiki”, se debe
pronunciar “Naiki”.
En la Acrópolis de Atenas hubo tres
monumentos dedicados a la misma diosa bajo tres advocaciones distintas (tal
como pasa hoy con ese paganismo disfrazado de monoteísmo que es el
cristianismo, pues está, por ejemplo, la Virgen de Carmen, La Virgen de las
Nieves o la Virgen del Rocío), la guerrera, la virgen y la victoriosa.
De la primera, la guerrera hubo en la
acrópolis situado entre el Partenón y el Erecteion una colosal estatua de bronce de unos quince metros de alto que representaba a Atenea Promakos, la guerrera,
como hemos dicho. Su casco y la punta de su lanza eran dorados y se veían desde
el mar como anunciando al navegante que se aproximaba a Atenas. Por otro lado
está, pues aún se conserva, el propio Partenón, dedicado a la virgen, a Atenea
Parhenos, y no vamos a comentar más sobre un monumento tan archiconocido.
Finalmente y casi desapercibido junto el propíleo derecho y en un saliente
está, si, y aún lo podéis ver, un pequeñísimo templo de orden jónico,
tetrástilo in antis de unos ocho metros de altura y construido para conmemorar
la Paz de Calias del 449 a.C. que puso fin a las Guerras Médicas entre griegos
y persas. Bien, éste es el templo que los atenienses dedicaron a su patrona,
Atenea, bajo su advocación de diosa victoriosa, o sea, Atenea Niké.
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| Ilustración de lo que pudo ser la estatua de Atenea Promakos |
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| Copia del Partenón a escala 1:1 y policromada situada en Nashville (EEUU) |
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| Temple de Atenea Niké en la Acrópolis de Atenas |
¿Veis a dónde vamos? Seguro que sí,
pero sigamos con otro detallito que no es menor y volvamos con la empresa
deportiva Nike y su primer empleado, el señor Jeff Johnson.
Este señor fue quien bautizó a la
empresa. Propuso un nombre inspirado en una muy famosa
estatua del periodo helenístico que hoy se conserva, mejor o peor, en el Museo
del Louvre de París. La portentosa estatua a la que nos referimos, porque
verdaderamente lo es, es la famosísima Victoria alada de Samotracia, que en
griego se llama “Niké tes Samothrákes”. De hecho el logo de la empresa es la
representación esquemática de una de las alas de la dicha estatua de la
victoria alada.
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| Victoria alada de Samotracia |
Además de la importancia histórica,
estética, cultural y artística que la antigua Grecia ha tenido sobre nosotros
¿qué enseñanza más podemos extraer de este post? Exactamente, que el presidente
de Nike no tiene ni idea de cómo se llama su empresa, seguramente, porque sus
carencias en formación humanística sean terriblemente severas.
De manera que ya sabéis niños, la
empresa Nike se pronuncia Niké, ni “Naik”, ni “Naiki”, ni “Neik” ni sus
muertos, se pronuncia “Niké”, victoria en griego clásico.
Ale, hasta luego.




